miércoles, 28 de noviembre de 2012

Ouroboros


La sangre se lleva el calor de mi vida,
y apaga en mis ojos la esquiva sonrisa.

El hierro candente cierra la herida
detiene la hemorragia y la cauteriza.

La llama se acerca a la esquina de tus recuerdos,
empapados en lágrimas de gasolina.

La rueda gira con su rumor incansable
trayendo cambio sin variación,
constante destrucción de lo alcanzado,
ouroboros sempiterno
reptando sobre su vientre escamoso y sangriento.

Pasos que se repiten trazando espirales,
algo termina, algo comienza,
ojos que se abren a lo que no quieren ver,
horror desvelado:
el futuro tiene el mismo rostro que el pasado.

Conozco a cada palmo, maldita la gracia,
lo que ocurrirá en los próximos dos años.
Y tras ellos cada palabra, cada página,
cada capítulo restante de lo que me aguarda en la vida.

Grey Arkhane

jueves, 22 de noviembre de 2012

La voz verdadera

Place Of Memory by 植松伸夫 on Grooveshark  

Hay una voz que conoce el camino. Una voz que no teme al rumor del mundo y que con ojos despiertos a la memoria vive y recuerda. Plenitud, susurra, y la carne cansada y débil se nutre de nuevas fuerzas como si vistiese a un espíritu distinto. Y tal es, pues esa voz es la voz verdadera, aquella que habla con razón y fluye en armonía con la corriente de las emociones. La voz que encierra el poder de un nombre y el consuelo de un sentido, la voz que reside en el origen de mi ser, donde aún brilla con una luz pura.

Pero entre esa voz y yo se alzan cientos de muros, de agrietados senderos que se retuercen y cruzan hasta acabar en oscuros rincones sin salida. Como capas geológicas se agolpan y acumulan en torno a ese núcleo brillante, ocultándolo ante el mundo, opacando su fulgor, tiñéndolo de la sucia y gris ceniza que la erosión arranca de cada dura corteza. Como hilos atrapados en un gigantesco nudo se abren los pasadizos en esa concéntrica muralla: caóticos, entrelazados y erróneos, indescifrables grietas en su seno de roca cuyos salientes y recovecos deforman la voz verdadera en cientos de ecos malvados, perversas imitaciones que emergen a la superficie en constante disputa, enemigas de la razón y perturbadoras de la emoción que llenan los sombríos pasajes del laberinto con su conflicto sangriento e irresoluble.

Ocurre a veces que susurros de verdad escapan de esta prisión de muros y voces y la angustia que todo lo cubre como un manto de niebla baja se disuelve, se evapora, dejando que la voz verdadera resuene con claridad y confianza. Son momentos de paz y certeza, de vida y voluntad. Deliciosos, brillantes y escasos.

Como guardianes celosos los muros se alzan de nuevo, devolviendo la pegajosa niebla de la angustia al confuso panorama de sus resquebrajados paisajes y el molesto fragor de cientos de voces en guerra al interior de una mente demasiado pequeña para contenerlas. Olvidada la certeza de la voz verdadera, todo lo que queda es la habitual monotonía carente de esperanza. 

Grey Arkhane

domingo, 4 de noviembre de 2012

Cuento de Navidad

Humble Stance by Saga on Grooveshark

Me los encuentro al doblar la esquina, absorto en el reflejo de la luz de gas filtrándose entre la niebla que inunda las calles. En un primer momento le echo la culpa precisamente a la niebla del aspecto que muestran a mis ojos, como difuminado y descolorido, pero enseguida los reconozco y les pregunto por tan inesperado encuentro.

El Fantasma de las Navidades Pasadas ya no me habla de tragedias profundas como surcos de ríos desecados, sino de la fe en el futuro que se perdió en algún momento de mi tránsito de ida y vuelta a esta tierra. Se sienta a jugar con sueños de niño, ignorante de que es ya un anciano. Parece darle igual, y se aferra a sus juguetes esperando que estos se conviertan de nuevo en toda la realidad a su alrededor. El pobre infeliz desaparece con una sonrisa radiante y un cómic en las manos.

El Fantasma de las Navidades Presentes me agarra del hombro y con una sonrisa ebria me invita a una birra. “No bebo”, le contesto mecánicamente, él agota su monstruosa jarra y pide otra a un camarero inexistente. “Peor para ti, colega, peor para ti…”. En su mirada alcoholizada alcanzo a ver cierto brillo cruel, ese brillo que sólo se encuentra en la mirada de un perdedor que ha encontrado alguien de quién burlarse, alguien aún más lamentable que él. Sin embargo, se queda callado y serio y le da otro largo trago a su jarra, inexplicablemente llena de nuevo. “Que te den”, sentencia, “masoca de mierda”. Antes de que pueda contestarle, se esfuma en el aire dedicándome un corte de mangas.

El Fantasma de las Navidades Futuras se encoge de hombros y se lava las manos. “Yo ya no tengo sentido, ni trabajo, tío”, parece decirme, “ya no hay navidades futuras”, y lo dice como quién se ha quitado de encima un marrón, la pesada lápida de las expectativas a cumplir, la agobiante perspectiva de conocer el camino que queda por recorrer. Todo él exuda esa actitud relajada y opiácea de quién ha sobrepasado toda la presión que puede soportar y se deja descarrilar por la pendiente al abismo que hay al otro lado. Este se marcha silbando, con las manos en los bolsillos.

“¡Eh! ¡EH! ¿Y el resto? ¿Y los consejos, las advertencias, la moraleja?”, le grito al silencio nocturno, indignado. “Además, llegáis con un mes de adelanto, mamones”, añado. “Hay que joderse”, pienso, “ni siquiera los cuentos navideños me van como deberían”. Me giro y vuelvo a encaminarme a casa. Una hoja de papel arrastrada por el viento viene a estrellarse contra mi pecho. Parece uno de esos típicos panfletos de predicadores y chamanes callejeros.

***21-12-2012, FIN DEL MUNDO SEGÚN LOS MAYAS ¿ESTÁS PREPARADO?***

“Hijos de puta…”

Grey Arkhane