Me despierto de un sueño de llamas y rojas marcas sobre esta tierra que un día veré morir para encontrarme ajeno, intruso en una vida que no siento mía. Como huesped en un traje recién estrenado, estiro las costuras y lo amoldo a mi cuerpo, buscando ese punto intermedio que permita una armónica coexistencia.
Ajeno a las sutilezas, expuesto a los errores que engendran maldad e inocencia, vagabundeo entre fantasmas bajo el plateado sol de invierno dispuesto a cometer con infantil entrega los más hermosos y terribles actos, sorbiendo ansioso los detalles de este viejo nuevo yo que toma el testigo de una vida en busca de propósito.
Y con la sombra del solsticio alzándose sobre el horizonte, la intimidad de este mundo vacío me ofrece los recuerdos de mi verde tierra, de la calidez acogedora que se oculta en el frío invernal y de la serenidad de los pasos del peregrino...y tras ellos la amarga sonrisa que exhalan vaporosa mis labios, pues ya ninguno de los tres me pertenece ni tiene sentido aquí y ahora.
Sigo caminando hasta que el sueño me vence con la promesa velada de nuevos apocalipsis donde, por fin, brille mi existencia frente a su destino manifiesto.
Grey Arkhane
Los antiguos egipcios tenían una bonita concepción de la muerte.
ResponderEliminarCuando sus almas llegaban a las puertas del cielo, los dioses les hacían dos preguntas. De sus respuestas dependían que pudieran entrar o no.
Las preguntas eran:
¿Has encontrado la felicidad en tu vida?
¿En tu vida has proporcionado felicidad a otros?
Mi consejo:
Déjate de inviernos, fosos, abismos, barreras y lluvias. Déjate de lacónicos, melancólicos y desesperanzadores comentarios de autocompasión. Déjate de sumergirte en unas miserias cuyas profundidades siempre son abisales en tu mente. Deja de naufragar en la agonía. Se egipcio. Concéntrate en ti y concéntrate en los demás. En un mundo cada vez más deshumanizado, al final resulta que el camino hacia la felicidad no es tan difícil de encontrar. Claro que el camino es inacabable y parece que siempre se puede hacer más, pero mi experiencia me muestra que sólo caminar por él ayuda a ti y a los demás.
En realidad, los egipcios troceaban el alma en diversas partes, cada una de las cuales tenía que pasar su propia yincana de bizarradas e hijoputismos varios, dependiendo la salvación eterna principalmente(que no sólo) del hecho de que tu corazón pesase menos que una pluma.
ResponderEliminarDe hecho, las estrategias para superar una prueba tan complicada fueron motivo de debate y preocupación para la casta religiosa del imperio egipcio durante algo así como mil seiscientos años, reflejadas en las distintas versiones del Peri Em Heru, de las que las más completas conocidas actualmente rondan los veinte metros de longitud y los ciento cincuenta capítulos repletos de trucos, rituales y engañifas varias para pasarte el Vida Eterna en modo difícil(que era como se hacía todo en el antiguo egipto: sin grúas, con armas de cobre y sin anestesia).
Nada que ver con esas dos preguntas tan new age que, como todo lo perteneciente a esa corriente, ve desacreditados planteamientos potencialmente interesantes por la candidez naif que los envuelve.
Aún con todo ello tomo buena nota del consejo, que no por ya sabido y varias veces puesto en práctica(sin evidentes resultados, por lo que parece...será que tengo un corazón pesado)se diluye la intención con que es dado.
Es la primera vez que me llaman New Age y no se ni como debería tomármelo XD, pero quiero aclarar que estaba siendo intencionadamente simplista.
ResponderEliminarRespecto a las muchas "putadas" (me remito al final del comentario) a los que los dioses egipcios sometían a sus muertos, ignoro intencionadamente las mil y una pruebas (cambiantes según las representaciones de la tumba por la que te pasees) a las que se sometían las almas del difunto (cocodrilos, gusanos, serpientes, escarabajos, fuego...) hasta llegar ante la pirámide sobre la cual Osiris realizaba su llamado juicio, que es el citado tema de la balanza, el corazón y la pluma (Psicostasia). Y lo ignoro porque esta prueba final era también la principal de todo el proceso.
En este juicio, los dioses formulaban una serie de preguntas al alma del difunto acerca de su vida pasada, en función de sus respuestas el corazón aumentaba o disminuía su peso. O tal vez sencillamente era un juicio silencioso en el que se medían las acciones a través del peso del corazón, sea como fuere lo que aportaba más peso al corazón eran las malas acciones acumuladas. Curiosamente las respuestas o acciones "correctas" para este juicio que tan alegremente he resumido en dos muy New Age, las dictaba un código de moralidad encerrado (junto con mil y un consejos para superar las pruebas y llegar hasta ese juicio final) en las oraciones del libro de los muertos (el mismo Peri Em Heru del que tu hablas) que enumeraba cosas del tipo:
No he matado a ninguno de mis parientes; no he mentido en lugar de decir la verdad; no tengo conciencia de ninguna traición; no he hecho mal alguno; a nadie he causado sufrimiento...
(Por supuesto esto puede tratarse de una de estas distintas versiones del Peri Em Heru de las que hablas, ya que la versión más extendida es que las preguntas de los dioses eran simplemente un balance de buenas y malas acciones...)
Sea como fuere, y para devolver un poco de fidelidad a mi consejo contado a través de una historia tan simplificada, la pluma con la que se contrapesaba el corazón, no sólo era una metáfora de cuan rigurosa era esta prueba, ni de lo muy "bueno" que se debía haber sido en vida, más exactamente, la pluma era una de las representaciones egipcias de la diosa Maat, diosa de la justicia. Por otro lado, el corazón para los egipcios era el órgano que contenía no solos los sentimientos, sino también la memoria, y por eso era el órgano que debía ser sometido a juicio. En realidad, para terminar de ser exactos, ese "modo difícil" del que hablas en que los egipcios se "pasaban" la Vida Eterna (me sorprende que no usaras la triplemente apropiada expresión "God Mode") que te "chivaban" en el Peri Em Heru, no deja de tratarse nuevamente de un gran número de representaciones simbólicas de "entrevistas" o enfrentamientos con dioses o situaciones (por ejemplo los cocodrilos eran Ammit, las serpientes eran Apofis, los escarabajos eran Khepri, el fuego el río Hades...) y (debo romper una lanza en tu favor) otras hasta donde yo sé no tan simbólicas (por ejemplo los gusanos no eran más que gusanos XD).
Después de todo eso y lo que tu ya apuntaste, sólo me queda decir lo mismo con lo que acabas tú, déjate de tecnicismos y aplícate el cuento, (Debi haber supuesto que una versión simplista nunca te serviría lo mismo xD) que, al fin y al cabo:
Nunca es tarde para hinchar tu corazoncito con Helio, hacer con él un globo con forma de jirafa y dárselo a un niño al que le haga feliz...